En mi horario de trabajo hay dos horas con mi tutoría que se llaman Estudio asistido y que se supone que son dos horas que los chavales tienen para hacer ejercicios, trabajos... Se creó como alternativa a la religión, de hecho de mis 27 chavales, una se va a religión esa hora (año a año el número de alumnos que eligen religión ha bajado en picado).
Pues para mi esas dos horas me ayudan a conocer a mis herramientas de trabajo. Hay profesores que no quieren entablar ninguna relación con los niños más allá de la prevista profe-alumno. Pero para mi parte de mi trabajo consiste también en conocerles, en hablar, en saber cuales son sus inquietudes... Y eso es lo que hacemos en las horas de estudio asistido.
Este año el grupo que me ha tocado de tutoría es bastante inquieto y me gusta porque se puede polemizar con ellos de muchísimas cosas. Les das un tema más o menos de actualidad y podrían estar horas hablando sin parar.
Después de todos estos años de profe me he dado cuenta de que los adolescentes no son tan encefalograma plano como podemos pensar. Tienen sus opiniones, las exponen con credibilidad, tienen más personalidad de lo que pudiera aparentar. Lo único que necesitan es que alguien les oiga, les dé importancia. Y parece ser que en sus casas eso no lo encuentran, la actual generación de padres tienen otras preferencias. Una lástima, no saben las conversaciones tan interesantes que se están perdiendo.
Pues para mi esas dos horas me ayudan a conocer a mis herramientas de trabajo. Hay profesores que no quieren entablar ninguna relación con los niños más allá de la prevista profe-alumno. Pero para mi parte de mi trabajo consiste también en conocerles, en hablar, en saber cuales son sus inquietudes... Y eso es lo que hacemos en las horas de estudio asistido.
Este año el grupo que me ha tocado de tutoría es bastante inquieto y me gusta porque se puede polemizar con ellos de muchísimas cosas. Les das un tema más o menos de actualidad y podrían estar horas hablando sin parar.
Después de todos estos años de profe me he dado cuenta de que los adolescentes no son tan encefalograma plano como podemos pensar. Tienen sus opiniones, las exponen con credibilidad, tienen más personalidad de lo que pudiera aparentar. Lo único que necesitan es que alguien les oiga, les dé importancia. Y parece ser que en sus casas eso no lo encuentran, la actual generación de padres tienen otras preferencias. Una lástima, no saben las conversaciones tan interesantes que se están perdiendo.
2 comentarios:
como se notan las horas de terapia que has hecho con nosotros en el canal, cuidandonos a todos y ayudandonos... si es que... :__) :*
Ays, yo lo que digo es que si estuviera en clase de Piti, no atendería a lo q dice, sino que pintaría corazones con su nombre en mi carpeta de la super pop xDDD
Ojalá todos los profesores fueran pitianos!! :D
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