miércoles, enero 31, 2007

Oruga o polilla

Una vez más aprendo de los chavales. Se supone que estoy allí para enseñarles yo pero muchas veces son ellos los que me dan lecciones. Y doy gracias por ello.
Muchas veces las conversaciones surgen entre aparatos digestivos, células sanguineas y tejidos vegetales. Mi asignatura permite el razonar el por qué de la existencia, el por qué somos así, el por qué funcionamos como lo hacemos... Y eso ayuda a debatir sobre los motivos de la existencia. Supongo que para los adolescentes la conversación no será más que algo divertido, que sale fuera de la rutina general de la asignatuara. Para mi son razonamientos que van mucho más allá. Supongo que la edad da otra perspectiva sobre las cosas, volvemos al salto generacional del que ya se ha hablado por aquí mil veces.
A lo que iba, y para no enrollarme mucho. La conversación desembocó hoy en el hecho de que el 99% de los organismos vivos de este planeta se mueven por y para la reproducción. Por y para el mantenimiento de la especie sobre la Tierra, como si de meros recipientes de ADN se tratara. Lógicamente la especie humana está motivada por muchos otros factores. No olvidemos que, para empezar, la evolución no es natural sino más bien social. Sobreviven no los mejor adaptados sino los que mejores recursos tienen...
La pregunta que surgió en el aire es... ¿Entonces, por qué buscar metas en la vida, más allá de las estrictamente personales y no centrar nuestra existencia en la reproducción? Así es como actuan la mayor parte de los organismos. Y de ahí el salto a ¿De qué sirve perder el tiempo en cultivar la mente, eso no nos va a garantizar más éxito en la vida... sobre todo cuando el estudiar no supone una mejora sustancial?
Podemos estar más o menos de acuerdo con esas preguntas/afirmaciones (mis preguntas fueron realmente frases afirmativas en boca de los alumnos) pero lo que está claro es que la falta de motivación es uno de los hechos más comunes en la juventud.
Y en la menos juventud. Los momentos de la vida donde nos encontramos más desanimados coinciden con aquellas en las que faltan motivaciones, para lo que sea, pero motivaciones. Y yo estoy en una de esas fases. Hago cada día aproximadamente lo mismo. No tengo grandes planes a la vista. No me apetece tampoco revolucionar mi forma de vida pero a la vez necesito salir de la rutina. El tiempo pasa y sigo en el mismo punto de hace mucho tiempo. Ni avanzo ni retrocedo (que bien visto tambien es motivo de alegría).
Ojalá fuera una oruga, al menos me quedaría la ilusión de ser polilla y volar en busca de pareja. La vida sería mucho más facil.

5 comentarios:

Almu dijo...

que bella entrada... si, a veces es mejor no plantearse las cosas... weno, no mejor, sino que es más fácil vivir en la superficie :/ Cuando no estás triste pero tampoco feliz, estás en una zona de nadie, pero sabes? yo creo q pronto tú serás feliz, no sé, me da a mí ;)

PeQueÑo DeSasTRe dijo...

yo soy una mariposa nada de polillas que tengo más glamur! xD

Anónimo dijo...

Yo creo que deberias reproducir más... es lo ke me ha kedado klaro de todo esto...

yu hazme kaso mirubí
;^***

Anónimo dijo...

Ocultarse tras los deseos de la oruga por no ser capaz de advertir los de la polilla es simplemente un paso en balde. Sé feliz de que ahora puedas volar, alguna vez deseaste poder hacerlo. A los demás nos encanta perdernos en tu aleteo.

El lunático Barry dijo...

Tus alumnos son como los míos, no piensan en polillas pero son unos gusanos la mar de felices...
Muéstrame un alumno sin energía y apagado y te mostraré una polilla infeliz..
Carpe Diem...
..da igual lo que hagas si disfrutas lo que haces..
PD: Fin de la rayadura :P