miércoles, diciembre 13, 2006

Vida

Tengo una alumna en mi grupo de tutoría de este año, muy especial. Especial por todo. Es de esas niñas que irradian alegría, ganas de vivir y amor. Desgraciadamente, la vida no ha sido justa con ella. Hace ya 3 años está llevando una lucha enorme con un cáncer. Un cáncer en los huesos que no le deja ser feliz. Y aun así... sonríe.
Lleva ya un mes sin venir. Las largas mañanas y sus pocas defensas le hacían imposible estar todo el rato allí sentada, recibiendo clases. Verla en clase tras tantas operaciones y quimios era esperanzador.
Hace un par de días recibí la visita de su madre. Yo en principio pensaba que era una visita rutinaria, para contarme como le iba, para pedirme ejercicios, para darme cosas de ella para poder corregir.
Esa madre también es todo amor. Irradia entereza aunque te esté contando que a su hija le han dicho que le queda poco tiempo de vida. Ha sido para mi muy duro estar oyendo a esa mujer, dándole ánimos, apoyándola, sin derrumbarme. Y eso que la madre es ella...
Los médicos se sorprenden de la capacidad de lucha que tiene la niña. Cuando sale de las quimioterapias lo hace con una sonrisa en la cara y tiene unas ganas enormes de seguir adelante. Pero parece ser que todo eso no es suficiente para darle una oportunidad más.
Hablé con ella por teléfono con su madre delante. Y me sorprendió de nuevo como alguien de 15 años puede ser tan maduro, tan inteligente, tan fantástico... Como puede tener tanta vitalidad y que se le esté yendo tan rápidamente.
Me siento triste. Impotente. Me pregunto por qué. No hay respuestas, lo sé. Sólo pido un milagro, ya sea médico, ya sea divino. Un milagro que termine con esto. Espero volver a ver esa sonrisa de nuevo y que me contagie de su alegría.

2 comentarios:

Almu dijo...

qué duro tiene que ser eso... qué injusta es la vida muchas veces. Quizás exista ese milagro...

Bb dijo...

Es que poco se puede decir.. la verdad.. uno se queda sin palabras ante cosas asi, cualquier cosa parece una tonteria que más vale callarse...

Hay quien piensa... creo que en base a la teoria del karma (no, nada que ver con Earl...) que se van antes aquellos cuya alma ya ha purgado todos sus errores de vidas pasadas, pq ya fue una de las últimas reencarnaciones y todo aquello que tenian que aprender espiritualmente, la superación de algo, ya lo hicieron, que cuanto más dramática, dura y terrible fuera la vida vivida y la muerte a la que se enfrentaban, más puntos de ascensión hacia un nivel superior tenian... pero ¿no será esto acaso una teoria más para consolarnos de alguna manera ante lo que no comprendemos?, tal vez tu alumna con más serenidad pudiera darnos mucha mas lección que la que aprendemos viendo su entereza y su fuerza vital...