Claroscuro

Faltan 10 días para que vuelva a caer otro número sobre la fatídica cantidad de años que llevo en la faz de la tierra (Que dramático me quedó jajaja). Uno llega a esta edad después de haber descubierto gran parte de los placeres y de los pesares que se nos pueden ofrecer. O eso se supone.

Cosas que he recopilado durante mi vida y de las que no querría deshacerme y otras tantas que sí me encantaría borrar así, zas!, de un golpe.
Uno no puede evitar hacer repaso de todo cuando llegan estos momentos. O quizá es que pienso demasiado. O quizá es que lo hago poco...
La cuestión es que sigo viendo venir e irse a la gente, tener lejos a los que quiero, aunque alguno no lo esté físicamente. Teniendo cerca a algunas personas que más bien deberían alejarse. Y nunca nada es perfecto, que se le va a hacer.
Habrá que aplicar la resignación, disfrutar los momentos bonitos e intentar olvidar los que no lo son. Pero ni se disfrutan los bonitos al 100% ni se consigue olvidar los malos. Y no valen igual, porque un mal momento puede tirar por tierra 1000 bonitos. Es injusto.
Es el ying y el yang, el blanco y negro, el menguante y el creciente. Es la vida...